Road movie



Una ruta de viaje

Gilda Colman  toma un tren de Buenos Aires a Córdoba para encontrar a su padre y tres hermanas desconocidas; un  viaje para sanar el pasado y alivianar el peso mientras se revelan otras formas de experimentar estado universales del ser humano: enfermedad, sanación, vida, muerte y una búsqueda relacionada con los orígenes.

Este es también un viaje genealógico, el rastreo de la memoria de una mujer que le regaló a Gilda sus primeras semillas: Edith Moreno, activista por los derechos de las personas con VIH y el cannabis medicinal, fallecida en el año 2009. Nos encontraremos con los compañeros y compañeras activistas de “Cogollos Córdoba. Asociación Edith Moreno”, Gilda dará una charla sobre su experiencia como usuaria medicinal a través de Salud Cannábica Argentina, en un taller sobre donde también participarán otros ponentes. Y mientras llega la primavera, visitaremos la ciudad de Erks, en el cerro Uritorco, cerquita del cielo, buscando estrellas fugaces y atardeceres para esta película. Después llegará el momento esperado: viajaremos a Cosquín, donde Gilda se reencontrará con sus hermanas y su padre. Después de algunos meses lejos del agua, nos sumergiremos en el río. Al día siguiente viajaremos a Carlos Paz, donde hay sombrillas colgantes para seguir explorando el cielo. El último día estaremos como invitadas en la radio feminista Red Nosotras en el Mundo- Córodoba. 

Traxmitiremos nuestras aventuras a través de este blog. 

Agradecemos a Mariel y demás compañeros y compañeras de Cogollos Córdoba por su generosidad, a Emilia por su compromiso y fortaleza y a Gilda, por compartir con nosotras este viaje.  

Jueves 19 de septiembre: Punto de giro/La deriva también es un camino

Hoy comienza nuestro viaje, en medio de movimientos internos y externos que nos plantean retos para hacer la película: no nos veremos con las hermanas de Gilda, tampoco con su padre. Rocío, la hermana menor, llamó a la madrugada contando que su tía tuvo un accidente repentino y murió; su madre y ella se irían a otra provincia. El padre y las otras dos hermanas no quisieron recibirnos en Cosquín, un infectólogo les alertó sobre el riesgo que implicaba recibir a una persona con VIH y tres colombianas con posibles virus internacionales. Discriminación. Punto de giro. Gilda me planteó muy respetuosamente la situación: "si vos y tus compañeras no quieren ir no hay problema, entiendo, no hay nada seguro, estamos en la calle". La deriva también es un camino. Nos subiremos al tren y encontraremos a los compañeros y compañeras activistas, emprenderemos el viaje colectivo de intercambio de experiencias, rastraremos la memoria de Edith y subiremos a la ciudad de Erks. Así comienza nuestra road movie. 


Viernes 20 de septiembre y Sábado 21 de septiembre/Primer día de la primavera 
















 

Los sonidos del tren. La luna. Diecisiete horas hasta Córdoba. El paisaje cambia, se abre para ser registrado, hablamos, dormimos, hacemos entrevistas. Córdoba tiene el halo de las ciudades colombianas, nos sentimos en casa. Caminamos y vamos encontrando a donde ir, entregándonos a la deriva. Definitivamente no veremos a las hermanas de Gilda. Estamos en mitad de una plaza, recibimos algunas noticias y en poco tiempo estamos en el el hostel de Thiago, cómplice cannábico. El taller de cannabis medicinal fue una experiencia política y fraterna. Gilda presentó su experiencia, nosotras nuestro documental. Conocimos a otras personas, usuarios y usuarias medicinales. Nos sorprendió y gustó escuchar a Brenda, bruja que sana con pscilocibina. Mientras registramos la participación de Gilda en este espacio comenzamos a reconocer la noche. Hace frío. Vamos a la casa de Cani, junto a un bar que convoca al cuerpo. Llegaron 10, llegaron 15,  llegaron 20 de Rosario, de Córdoba, de Buenos Aires, amigos y amigas de la Negra Edith que quisieron compartir, generosos y generosas, la memoria. Después de revolotear, buscar y contar con la paciencia de todos y todas, logramos acomodar luces para iluminar la entrevista. Una ronda para recordar a La Negra. Los recuerdos, la energía de le memoria circulando por el lugar. 1:00 am. Largo día de trabajo. Estamos muy cansadas. Regresamos al hostel, justo a tiempo para cerrar los ojos y descansar. Hoy amanece en primavera. Hace frío. Nuestras maletas nos esperan. Vamos a Capilla del Monte, al hostel del Chino. También iremos a la Earth Dance, una celebración mundial psicodélica. Seguiremos esta road movie, activando nuestros cuerpos y energías. Adry tiene miedo por el frío que pueda hacer en la sierra. Por ahora, las fotos son imaginadas. Por problemas técnicos no hemos podido publicarlas. Vamos al terminal de Córdoba. Descubriremos la sierra y el cerro Uritorco. Regresaremos el lunes. Seguimos tejiendo la experiencia.

Por: Naty Castro



























Sábado 21 de septiembre/ Primera noche de la primavera

Llegamos a Capilla del Monte, hermoso lugar, el frío nos inundó por momentos pero lo acogimos como compañero de viaje. Los chicos de Cogollos Córdoba fueron, esta vez, nuestros cómplices de carretera, nos indicaron hacia dónde ir al llegar y se separaron de nosotros para reencontrarnos en la “Danza de la Tierra”, fiesta de la paz en el cerro.

Después de almorzar, recorrimos brevemente el pueblo, encontrando en él maravillas, ovnis y cuarzos hermosos hechos relojes o alhajas. El lugar de quedada es el hostel de “El Chino”, quien al vernos estacionadas en la plaza del pueblo nos buscó en su viajera camioneta y nos reconoció por las maletas diciendo: “esperaban una limosina”, a lo que todas respondimos en coro: “No, esperabamos a un chino”. Entre risas nos contó que no tenía idea por qué le decían el chino, porque más cordobés no puede ser.

Al llegar al hostel y descanzar por unos minutos, nos dimos cuenta que el Cerro Uritorco estaba en “la cola del patio” muy cerca!!.

Fiesta de la Tierra: (Earth Dance)

La meditación fue nuestra primera parada, con luces psicodélicas y una fogata en el medio, nos fuimos calentando. Luego la música “Chispun” puso a Gilda en contacto con la naturaleza y su cuerpo, buscando cuarzos para llevar, calentándose y conversando con los cocineros, quienes le obsequiaron platos de lenteja que saciaron su hambre.

Nosotras fuimos experimentando el viaje y la psicodelia. Majo se entregó a la Danza del Fuego, Naty a la liviandad trip trip trip de los brincos y el baile, gracias a dos bellas amigas/hermanas cannábicas. Emi condujo su viaje con el aceite que la hizo flotar y fluir. Y yo experimenté viajes introspectivos que surgieron durante la noche mientras otros disfrutaban, me sirvió mucho para trabajar mi interior y conocerme mejor, regresos de los ancestros que cargo conmigo aún y que debo ir liberando y el miedo al abandono que no pude dejar de lado.

Nuestro centro fue el “trípode” quien fue nuestra identificación para que otros nos buscaran y reconocieran, entre esos Mariel, una hermosa mujer que nos permitió vivir la experiencia Earth Dance.

Agradecemos a nuestros amigos de Cogollos por la hospitalidad y la calidez de su bienvenida, y por supuesto a todos los que han colaborado en este viaje.Seguimos en Capilla del Monte.

Por: Adry Conrado
















22, 23 y 24 de septiembre/Adentrar-se en el bosque 

Es martes en la noche, nuestra última noche de road movie en Córdoba. Estamos en la casa de la Red Nosotras en el Mundo. Las chicas, generosas, nos invitaron a descansar en su guarida de transmisiones radiales. Alrededor, memorias visuales del trabajo y la lucha feminista latinoamericana; afiches, la sala de radio y una biblioteca en crecimiento. Emi nos esperó y contó sobre su trabajo de siete años como radialistas y educadoras; conocía a mi hermana Cris y el trabajo de radio teatro que hemos hecho en Cali con Féminas Festivas. Nos emocionó mucho encontrarnos.

Llegamos aquí después de pasar tres días en Capilla del monte. Las montañas nos envolvieron en el no-tiempo mecido por el viento frío y las exploraciones en el bosque. La Earth Dance nos regaló el trance de una noche de fiesta en la montaña y el sábado temprano salimos hacia el Cerro Uritorco. El Chino, Pablo y Toto, un hermoso perro guardián con espíritu tropical, fueron nuestros guías. Caminamos despacio, capturando imágenes y sonidos. En un punto del camino decidimos cambiar de dirección: la entrada al cerro costaba 70 pesos y no estaba bueno llevar al límite el estado físico de las caminantes con tres horas de recorrido. Entonces comenzamos a subir hacia Las Ollas; ojos de agua, verde y dos veces más frías que Pance. Pude sumergirme y sentir que el agua me electrizaba la piel.  El camino estuvo lleno de experiencias: escalamos grandes piedras, seguimos el cauce del río, buscamos cuarzos y después de varias horas de camino encontramos nuestro charco. Allí descansamos, fumamos, probamos aceite, comimos y Gilda entregó sus pies al fluir del agua. Adry exploró la escritura, Majo y yo seguimos capturando imágenes y sonidos para la película; conversas de tarde de río donde cada quien se narra en el mundo. Pocos metros más allá, encontramos un valle verde junto a un ojo de agua, justo debajo del cerro Uritorco, Gilda sembró unas cuantas semillas en agradecimiento. Meditamos y la energía de la montaña me transportó al poder de las montañas caucanas; abuelas a las que invoqué pidiendo fortaleza. Al regreso, el caos, otro compañero de la vida, puso un punto de giro: Gilda se resbaló con una piedra musgosa y se fisuró la muñeca. A partir de ese momento Pablo y el Chino serían su brazo derecho, poniendo a prueba condiciones humanas como el miedo y el sentido de protección. El aceite seguiría siendo una herramienta para el descubrimiento de cada uno. Gilda, guerrera que en la infancia era apodada “Mona chita”, pudo sobrepasar todas las pruebas y mientras tanto, nosotras, unos pocos kilómetros atrás, presenciábamos la zambullida de Majo: cámara lenta, equilibrio perdido, pensamientos acelerados, ¡splash¡ el frío incrustándose en el cuerpo. Carcajadas cuando supimos que estaba ilesa.

Cada uno y cada una hizo su propia experiencia, se llevó sus sacudidas, cicatrices y reflexiones internas. La montaña nos recargó y acercó de nuevo a la información escondida entre los árboles, el río y el viento. Disfruté mucho y  agradecí esta experiencia de vida, este trabajo documental.

El domingo cocinamos lentejas y nos entregamos al descanso, consentidas por el Uritorco, el cielo estrellado, las conversaciones con Pablo, el trabajo de registrar el espacio para el documental, el té, los humos y los paseos por el centro. Gilda y Emilia decidieron salir a pasear: encontraron duendes, tarotistas y sonidos celestiales. Intercambiaron semillas con los habitantes del lugar. Capilla del Monte es un lugar especial en el universo. Las calles de polvo son habitadas diariamente por personas que deciden alejarse de la urbe y conectarse con otras formas de sanación: cuarzos, energías, ovnis, hadas, duendes, médicxs sanadorxs. Reina la tranquilidad. Es difícil despedirse.

Mañana estaremos grabando el programa de radio sobre cannabis medicinal y mujeres cannàbicas con la Red Nosotras en el Mundo. En la tarde viajaremos de regreso a Buenos Aires. 


Agradecemos de nuevo a los y las cómplices-guías del camino. 




25 de septiembre/Días de radio feminista 

Son las 7:00 AM. Como todos los días, Gilda se despierta con el canto de los pájaros. Somnolienta, abro los ojos pensando en actualizar el blog antes de emprender las diecisiete horas de regreso. Las chicas dormitan. Majo descubrió un lugar caliente en la cocina para escapar del frío. Esperamos a las chicas de la radio y preparamos las maletas. Emi y Dana llegan sonrientes, conversamos y rápidamente se hacen cómplices de nuestro documental: el programa de radio será un recurso para la narración. ¡¡Estamos al aire¡¡ Aquí: http://www.rednosotrasenelmundo.org/Cannabis-Medicinal,3373

La conversa fluye con calidez y soltura. El odioso reloj marca el ritmo, la despedida es acelerada, mucho más de lo que quisiéramos. Tenemos que estar en el terminal de trenes a las 2:00 pm y comer algo antes del viaje. En la Plataforma N° 1 está la misma tripulación que nos trajo hasta Córdoba. Últimas imágenes de la ciudad de las montañas. Así termina nuestra road movie. Nos entregamos de nuevo a la deriva y el camino.







26 de septiembre/Somos una comuna de rebeldes

De nuevo a bordo. Tomamos té y grabamos las últimas impresiones de Gilda, sus encuentros y aprendizajes de viaje. Compartimos cicatrices, nos contamos historias, recordamos y nos reímos de las aventuras viajeras. El brazo de Gilda está  lastimado; sin embargo viaja, ríe, llora, conversa, toma fotos, encuentra amigos en cada esquina, ayuda a sanar. Dormimos un poco y comemos medias lunas. Cada una hace su balance interior. Cada una guarda sus deseos para el regreso. Este ha sido un viaje activista, la solidaridad llegó de muchas partes y nos sentimos felices de conocer tantas personas y colectivos de trabajo que nos abrieron sus puertas. Nuestra road movie femenina finaliza con un ocaso que Majo persigue con emoción y paciencia. Estamos satisfechas y algunas un poco nostálgicas; fumamos un pucho en Rosario y nos dejamos sacudir por el viejo tren que acelera el paso. Adry lee un libro de  Osho. Su sonrisa se asoma por el respaldo de la silla 38 para compartir, feliz, el hallazgo:

"La familia siempre decide por ti. Una comuna no decide por ti. Como mucho puede ayudarte. Con la Comuna no hay ningún conflicto entre la individualidad y fundirse. No es una sociedad, no es una familia. Es una reunión de rebeldes de todo tipo. Por eso hay que conectar con todo el mundo (...) Hay rebeldes de diferentes tipos. Pero tienen en común que todos son rebeldes. El espíritu rebelde es el denominador común de la comuna, lo que le da unidad sin destruir la individualidad de nadie".

¡¡¡Somos una comuna de rebeldeeees!!! Un tren se pierde a lo lejos. En pocas horas amanecerá en Buenos Aires.



La mirada de Majo (reflexiones post viajeras)


Diariamente nos debatimos entre el cielo y la tierra; la incertidumbre entre estos dos se apodera de nuestros pensamientos y de nuestras vidas,  le damos más cabida a ese limbo y se nos olvida vivir.  Mi cámara me ha permitido entender un poco todos estos sentimientos y me ha permitido conocer personas maravillosas que han aportado a mis apuntes mentales.

Hacer este viaje siguiendo los pasos de Gilda a través de mi lente generó una serie de revelaciones que me hacen aferrarme un poco más a la vida por los instantes mismos que se me presentan, pero también he podido comprender lo fugaz y lo efímera que puede ser, y que  las raíces a veces nos pueden encarcelar.

Quiero aprovechar este juego de palabras para agradecer al destino de cruzarme con ustedes, mujeres maravillosas, por permitirme inmortalizar y detener este trozo de tiempo que perdurará por los días de los días, por tenerme confianza para registrar y “entrometerme” lentamente en el mágico mundo de Gilda y todo lo que lo rodea y nos rodea.

En este momento sigo viajando en el tren de regreso, contemplo el atardecer que se lleva lo vivido, es hora de guardar todos esos momentos como uno de mis más preciados tesoros, he apagado mi cámara, sólo queda mi memoria fotográfica mientras en el tren avanza y el sol se esconde, voy organizando mis ideas y trato de escoger estas palabras que quiero compartir con el que las quiera leer.

Por: María José Eceverri

5 comentarios:

  1. Nunca he viajado sola, mucho menos con amigas locas, pero tengo muchísima expectativa por conocer, por saber qué nos espera, y por rodar la peli que nos unió a todas como compañeras de viaje...Me siento como en una excursión escolar donde, en esta oportunidad, el sonido será mi guía y rastrearemos la hermosa historia de una valiente mujer! y los inicios que la llevaron a formarse como toda una activista hoy, que lucha por hacer de su vida una experiencia maravillosa...A Gilda mil gracias por permitirnos entrar en su vida por un período de tiempo, como ella misma lo afirma, la vida es corta y da muchas vueltas..Así es y así estaremos transmitiendo por aquí...Mil gracias a quienes nos acompañan de corazón y pensamiento!

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  2. amiga! que emoción! que alegría! que deseos de seguir leyéndolas mientras viajan, experimentan, viven! bonitas las rodeo con amor y lindos deseos para que este camino se de como lo desean! que se venga lo esperado y sobre todo lo inesperado! besos desde un DF en movimiento

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  3. Todos estos caminos de la vida, vividos, sentidos, gozados y que se han permitido compartir, narrando cada momento, cada instante, cada segundo, nos llevan a sus lectores a soñar con las alturas cósmicas y sentarnos en lo más alto de la luna y contemplar más de cerca las estrellas e ir devorando la noche con sus misterios. Gracias por permitirnos fundirnos a través de sus líneas y emociones. Les amo a todas por su extraordnario viaje por la vida y para la vida.
    Pol Gómez, www.condomovil.org.mx
    Besos especiales a Gilda y Emilia.

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    1. Que lindo Pol ¡¡¡ Gracias por tu conexión y cariño¡¡¡¡ Buenos caminos también para vos en tu viaje, hacen un hermoso y poderoso trabajo rodando por el continente mestizo. Gracias a todxs por sus comentarios y compañía en este hermoso viaje-experiencia¡¡¡¡¡¡

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